Tengo suficiente tiempo de vivir aquí como para tener el valor de afirmar que Honduras es el país que vive del día a día. Más de cuarenta años me respaldan.

Como toda columna de opinión siempre es subjetiva, trataré de expresarme sobre lo que a mí me parece más lógico y razonable y que no estamos haciendo.

Honduras es un país que no tiene planificación futura por más ministerios y dependencias de Estado se inventen los gobiernos en turno.

Mi memoria recuerda con claridad los gobiernos de José Simón Azcona, Carlos Roberto Reina, Carlos Flores Facussé, Ricardo Maduro Joest, Manuel Zelaya Rosales, el paso catastrófico de Roberto Michelleti, Porfirio Lobo Sosa, Juan Orlando Hernández, al cuadrado, y Xiomara Castro.

Nueve gobiernos y nada ha cambiado. Nunca en mi vida he visto que se piense en una Honduras a 30 años. Que exista un planteamiento futurista, una meta realizable por la que trabajar como proyecto de nación, todo sigue siendo vivir del día a día.

Justo en este momento recuerdo haber leído tres libros este mismo año sobre historia de Honduras; Evolución histórica de la identidad nacional de Marvin Barahona (Barahona, M. (2002). Evolución histórica de la identidad nacional. Editorial Guaymuras), Algo de Opinión de Sigisfredo Infante (Infante, S. (1997). Algo de Opinión. Editorial Universitaria) y Compendio de la historia social y política de Honduras (Vallejo, A. R. (2020). Compendio de la historia social y política de Honduras. Colección Erandique) y puedo concluir que en 200 años, Honduras sigue padeciendo las mismas prácticas deshonestas, errores, alevosías y vivezas. Si acaso, se encuentran en la memoria histórica de Honduras como país, soluciones para resolver los problemas del día a día.

Por ejemplo, ahora que está de moda hablar con China, tras el establecimiento de relaciones diplomáticas con el gigante asiático, me quedo sorprendido como han planificado ser a lo largo de un siglo. Desde 1949 cuando la República Popular China tomó el control del gobierno, comenzaron a ponerse metas en bloques de 30 años hasta abarbar un siglo. Su mirada siempre fue verse como la primera potencia mundial en 2050.

¿Van camino a eso? Sí, y avanzan a paso firme. China aspira a ser el líder de la innovación internacional, y su estimación es que en 2050 serán la primera potencia tecnológica del mundo.

En Honduras en cambio, cada cuatro años seguimos borrando lo que el otro construyó, incluso si son parte del mismo partido político. Al extremo de desaparecer programas o dependencias solo por ego o porque tienen el sello de un gobierno anterior. Obviamente así lo que se construyen son soluciones para el día a día en el desarrollo de nuevas unidades que llegan a suplantar a las anteriores, dejando de nuevo los problemas base sin solución.

¿Es posible que Honduras siga raspando calles después de las lluvias en su eje cafetero durante los últimos 30 años en lugar de fortalecer de una buena una infraestructura carretera que agilice el desarrollo del café, uno de los principales motores de exportación del país? No, es más fácil raspar la calle otra vez, para solucionar el día a día.

Y este ejemplo se puede aplicar a todos los campos. Si hay inseguridad, se sacan a los militares, controlan un poco la situación y regresan a los batallones. Vuelve a subir la criminalidad y se vive en aquel círculo vicioso año con año. Se solucionó el día a día.

Igual con Salud, con los incendios, con las represas sin agua, con las calles de Tegucigalpa tapando un bache en lunes mientras el viernes se abre otro. Y así sucesivamente.

Que quede claro, que no es lo mismo vivir un día a la vez que vivir del día a día.

En el fútbol igual

El fútbol es un buen ejemplo de Honduras es el país que vive del día a día. Cada 3 años se trae un seleccionador que clasifica o no al mundial. Ninguno le deja nada a Honduras, vienen, ganan, pierden y se van. Los problemas del fútbol siguen siendo los mismos entonces resolvemos los torneos y los partidos del día a día.

El único entrenador que venía con la mirada de construir más allá del día a día fue Fabián Coito Machado. Todo marchaba bien pero al hombre se le cayó el equipo 30 minutos, Estados Unidos nos hace cuatro goles y se acabó todo el trabajo bueno que había hecho en dos años.

Sí, al hondureño en su condición de opinólogo experto en todo, le bastan 15 minutos para destruir todo lo que ha construido en años. Sí, el hondureño pide un nuevo entrenador en su selección o equipo cada 15 minutos mal jugados.

Estados Unidos en 1990 se planteó volverse un equipo fuerte a nivel mundial en fútbol, pese a que ya iban a los mundiales desde 1930, nunca fueron los mejores.

Organizaron el Mundial de 1994 para generar interés, y pensaron que en 20 años después podrían ser el gran referente de Concacaf. Fortalecieron una liga, mandaron sus mejores jugadores a Europa y ahora destacan como un gran equipo con jugadores en los mejores clubes del planeta.

En tanto, en femenino ganaron el mundial en 1991 y entonces volvieron al fútbol una clase optativa de gran interés en todas las escuelas del país. Hoy son la mejor selección femenina del mundo.

Estados Unidos desde aquel 1990 se quiere ver liderando el fútbol mundial. Y van para allá. Ya lo hicieron en femenino y consideran que podrían ganar el mundial masculino en los próximos 20 años. Pero no solo lo ven, no solo lo hablan. Trabajan por hacerlo real.

Se vive con lo que se gana

En Honduras se vive del día a día literalmente. 6 de cada 10 hondureños resuelven su sustento diario de acuerdo a lo que logren ganar en un día.

Históricamente se ha dicho que los hondureños sobreviven con un dólar al día. Y en general las personas salen a la calle con la misión de lograr hacer el equivalente a dólar para poder comprar tortillas y un huevo.

También hay que decir que quien tiene acceso a ganar más de un dólar al día debe lidiar con el peso de quienes no consiguen generar ese dólar, ya sean hijos, padres u otros familiares que dependen de ellos, por lo que, en general aunque obtengan entre 400 y 700 dólares mensuales, deben repartir sus ingresos entre los demás y lo que estos consumen como gastos: comida, agua, electricidad, internet, transporte, medicinas, etc.

Qué hacer para salir del bache

Primordialmente empezar a ver hacia adelante. Y cuando digo adelante me refiero a pensar en futuro, a ponerse metas.

Tuve un muchacho una vez en un equipo de redacción que se molestaba porque yo aspiraba, comparándome con los logros de competencia, a superar lo que hacíamos día a día.

Recuerdo que le dije, usando al fútbol como parangón: «Argentina es uno de los equipos más grandes del mundo, pero no se conforma solo con ser Argentina. De hecho, Argentina se compara constantemente con Brasil porque es el top que quiere alcanzar y superar. Ellos trabajan a largo plazo para superar a Brasil».

En Honduras tenemos que aprender a pensar en futuro, en establecernos metas, aprender a visualizarnos en lo que queremos ser dentro de unos años. Un ejercicio sano que podemos resolver estableciendo metas a corto y largo plazo.

Los hondureños necesitamos enfocarnos en estas áreas para aprender a mirar más allá del día a día.

  1. Educación y desarrollo de habilidades
  2. Apostar por el emprendimiento
  3. Volver hábito el ahorro y planificación financiera
  4. Tener más de una fuente de ingresos
  5. Aplicar el networking y colaboración.

Qué queremos ser en los próximos 20 años, ese sería un gran planteamiento nacional para la clase política actual y emergente, sí es que la hay.

Recuerde de cualquier forma que, no es lo mismo vivir un día a la vez que vivir del día a día. Podemos ser más.

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